Xavi Bou
(España, 1979)
Mirar el vuelo de las aves es mirar el futuro y de alguna forma también el pasado.
En la antigua Roma, los auspicios eran signos de los dioses, interpretados por un augur, un sacerdote adivino. Un auspicio, es una palabra derivada del latín, compuesta a la vez por «avis», ave, y el verbo «spicio», ver, mirar. Y de ahí auspex, literalmente «el que mira a los pájaros», una práctica de la religión grecorromana consistente en observar el comportamiento de las aves para recibir presagios. El augur, vestido con la toga auguralis o travea, indicaba que ejercería su ministerio y para hacer sus observaciones subía a lo más alto del auguraculum: entonces se volvía de la parte de Oriente, señalaba con el lituus, un bastón curvado, el templum, una parte del cielo que dividía en cuatro partes cuadriculadas (hoy diríamos en cuatro pantallas) y se ponía a observar con cuidado las aves que aparecían, la forma en que volaban, sus cantos y hacia qué lado de la parte llamada templum dirigían su vuelo, la velocidad y el trazo.
Los augures no podían conocer el futuro, pero sí eran capaces de discernir, mediante los auspicios, si un acto humano era acorde con la voluntad divina o no.
Xavi Bou es un augur contemporáneo que se dedica especialmente a la cronofotografía y más específicamente a la ornitografía.
La cronofotografía es una antigua técnica fotográfica de la época victoriana que captura e imprime el movimiento en varios fotogramas. Estas impresiones pueden organizarse posteriormente como animaciones en celuloide, o en capas en un solo fotograma. Por eso, utiliza una serie de diferentes cámaras, originalmente creadas y usadas para el estudio científico del movimiento, pero que la hace ser considerada como predecesora de la cinematografía y de la película en movimiento. Edward James Muggeridge fue uno de sus precursores.
Como fotógrafo, Xavi Bou ha creado las Ornitografías, imágenes que capturan el recorrido del vuelo de las aves usando la técnica de la cronofotografía para documentar mediante la superposición de diferentes fotogramas el movimiento y el dibujo de su danza en el cielo.
Curiosamente por perfeccionar su técnica y sus fotografías utiliza cámaras cinematográficas de alta velocidad que permiten capturar de 60 a 90 fotografías en un segundo a una alta resolución. Las obras resultantes son muestras tangibles del equilibrio entre arte y ciencia.
El propósito de Bou es, mediante un ejercicio de poesía visual, divulgar la importancia del cuidado del medio ambiente, invitando a los espectadores a percibir el mundo con la misma mirada curiosa e inocente del niño y niña que fuimos un día. El enfoque que Bou utiliza para confeccionar las escenas de sus Ornitografías no es invasivo. De hecho, rechaza el estudio distante, dando como resultado imágenes de formas orgánicas que estimulan la imaginación.
Sus fotografías capturan el vuelo de aves muy diversas en distintos puntos del territorio nacional y del extranjero. Su mirada consigue trazar ese rastro invisible en el ojo humano que las aves crean al volar por el cielo
Plaça Salvador Allende (Mapa)